四天王 Shitennō: Los Cuatro Reyes Celestiales
Historia, filosofía y su influencia en la casta guerrera japonesa
Los Cuatro Reyes Celestiales, conocidos en Japón como Shitennō (四天王), son deidades protectoras en el budismo, cada una encargada de proteger uno de los cuatro puntos cardinales y de resguardar el Dharma (las enseñanzas budistas) contra las fuerzas del mal. Importados a Japón a través de China y Corea, los Shitennō se convirtieron en figuras fundamentales de devoción en el budismo japonés, especialmente en el período Nara (710-794) y Heian (794-1185). Con el tiempo, su imagen de guardianes y protectores adquirió un gran significado entre los guerreros japoneses, quienes veían en los Shitennō una fuente de inspiración y protección en batalla.
Historia y origen de los Shitennō
Los Cuatro Reyes Celestiales tienen su origen en la cosmología india antigua y fueron incorporados al budismo como los Chaturmahārāja (Cuatro Grandes Reyes). En la tradición budista, estos reyes celestiales residen en el Monte Sumeru, una montaña mítica que ocupa el centro del universo en la cosmología india y budista. Su función principal es proteger el mundo y las enseñanzas de Buda de las influencias malignas, actuando como guardianes del Dharma.
Con la expansión del budismo hacia el este, los Cuatro Reyes Celestiales fueron absorbidos por las culturas de China y Corea, adquiriendo nuevas características iconográficas y simbólicas. En China, se les dio el nombre de Sì Dà Tiānwáng (四大天王), y se les representaba con armaduras y armas, enfatizando su rol militar como protectores. Cuando el budismo llegó a Japón, los Shitennō fueron adoptados por la nobleza japonesa y los templos budistas, estableciendo una iconografía que perdura hasta hoy.
Los Cuatro Reyes Celestiales: Nombres y atributos
Cada uno de los Cuatro Reyes Celestiales representa un punto cardinal y tiene una función y atributos específicos:
Tamonten (多聞天) - Rey del Norte
Sánscrito: Vaiśravaṇa
Funciones: Protección de las riquezas y guardián del Norte.
Atributos: Suele sostener una pagoda (símbolo de las enseñanzas budistas) y una lanza o bastón.
Simbolismo: Representa la generosidad, el poder y la protección de los bienes espirituales y materiales.
Zōchōten (増長天) - Rey del Sur
Sánscrito: Virūḍhaka
Funciones: Protector del sur y de la expansión de las enseñanzas budistas.
Atributos: Lleva una espada, representando la fuerza y la determinación para defender el Dharma.
Simbolismo: Encarna el crecimiento y la protección del budismo.
Jikokuten (持国天) - Rey del Este
Sánscrito: Dhṛtarāṣṭra
Funciones: Protector del este y defensor de la música divina y el arte.
Atributos: Porta un laúd o espada, representando la armonía y la protección cultural.
Simbolismo: Representa la vigilancia constante y la preservación de la armonía espiritual.
Kōmokuten (広目天) - Rey del Oeste
Sánscrito: Virūpākṣa
Funciones: Protector del oeste y observador omnisciente.
Atributos: Sostiene una serpiente o un estandarte, simbolizando su capacidad de ver y comprender todos los eventos.
Simbolismo: Representa la sabiduría y el conocimiento, esenciales para proteger el Dharma.
Filosofía de los Shitennō y su papel en el Budismo Japonés
La filosofía de los Shitennō se centra en la protección del Dharma y la defensa de la justicia. Cada uno de los reyes simboliza una virtud esencial para el mantenimiento del orden espiritual y social: generosidad, crecimiento, vigilancia y sabiduría. Estas virtudes son esenciales en el budismo esotérico, donde los Shitennō no solo protegen físicamente los templos y monjes, sino que también actúan como guardianes de los ideales budistas.
En Japón, los Shitennō adquirieron un simbolismo adicional, ya que fueron incorporados en el arte y la arquitectura de los templos budistas. Por ejemplo, en el Templo Hōryū-ji en Nara, uno de los templos más antiguos de Japón, se encuentran representaciones icónicas de los Shitennō en armadura, cada uno ubicado en una de las direcciones cardinales dentro de la pagoda principal. Su presencia en estos templos no solo era decorativa sino también una protección espiritual contra las energías negativas y un recordatorio visual de la vigilancia constante necesaria para preservar el camino budista.
Influencia de los Shitennō en la casta guerrera japonesa
A medida que el budismo se expandió en Japón, la figura de los Shitennō fue adoptada por los samuráis y la casta guerrera, quienes veían en estos reyes celestiales un modelo de fuerza y protección. Los Shitennō ofrecían a los guerreros un ideal de justicia y poder dirigido no hacia el beneficio propio, sino hacia la protección del orden y el deber moral.
Uno de los samuráis más destacados que veneraba a los Shitennō fue Uesugi Kenshin (1530-1578), quien consideraba a Tamonten (Bishamonten) como su protector personal. Kenshin realizaba rituales antes de las batallas, invocando la protección de Bishamonten y de los otros Shitennō. Creía que estos reyes celestiales le otorgaban fuerza y claridad para defender su territorio con rectitud y lealtad, ideales que reflejaban el código del bushidō.
Para los samuráis, la veneración de los Shitennō significaba que la batalla no era solo un acto físico, sino una responsabilidad espiritual. Se trataba de defender el orden y proteger a los débiles, de acuerdo con las virtudes de los Cuatro Reyes Celestiales. Además, algunos clanes establecieron altares a los Shitennō en sus castillos y hogares, buscando su protección y bendición en la guerra.

El témino Shitennō (四天王), también se aplica a los más leales protectores de ciertas de las figuras legendarias e históricas más famosas de Japón. Por ejemplo, Minamoto no Yoshitsune (1159-1189) estuvo acompañado por los cuatro leales grandes guerreros conocidos con los Shitennō
de Yoshitsune:
Suruga Jirō Kiyoshige (駿河次郎清重)
Kamei Rokurō Shigekiyô (亀井六郎重清)
Kataoka Hachirō Tsuneharu (片岡八郎常春)
Ise Saburō Yoshimori (伊勢三郎義盛)
Rituales y oraciones a los Shitennō
Los rituales a los Shitennō varían según el templo y la tradición, pero suelen incluir ofrendas, cánticos y prácticas meditativas específicas. Algunos de los rituales más comunes incluyen:
Ofrendas y oración en el altar
En los templos, se colocan estatuas de los Shitennō en las cuatro esquinas de los salones principales o pagodas, y los devotos les hacen ofrendas de arroz, incienso y sake. La oración típica pide protección, sabiduría y fuerza para enfrentar las dificultades.
Mantras y Dharanis
Cada uno de los Shitennō tiene mantras y dharanis específicos para invocar su protección. Un mantra popular para Bishamonten (Tamonten) es: “On Beishiramandaya Sowaka” (オン・ベイシラマンダヤ・ソワカ)
Este mantra se recita repetidamente en meditación para atraer la protección y fuerza de los Shitennō.
Ceremonias en festividades
En ciertos templos, como el Hōryū-ji y el Shitennō-ji en Osaka, se celebran festivales anuales en honor a los Shitennō. Durante estos eventos, los monjes realizan rituales específicos, como procesiones y cánticos, para fortalecer la protección espiritual de la comunidad.
Los Shitennō en el Japón moderno
Aunque la era de los samuráis terminó, la figura de los Shitennō sigue siendo relevante en Japón. Su imagen persiste en los templos y en la cultura popular como símbolos de protección, justicia y fortaleza. En las artes marciales, los practicantes ven en los Shitennō un ejemplo de dedicación y disciplina espiritual, aplicando los mismos principios de vigilancia y justicia en su entrenamiento.
Además, los Shitennō siguen siendo venerados en los templos y santuarios japoneses, y algunos líderes de artes marciales modernas, como el kendo y el aikido, realizan ceremonias en su honor. Los Shitennō continúan representando un ideal de guerrero espiritual, una fuerza equilibrada que protege el orden y busca la justicia.
Los Cuatro Reyes Celestiales, o Shitennō, representan una figura clave en la espiritualidad y cultura japonesas. Su papel como guardianes del Dharma y defensores de la justicia ha moldeado los ideales de los guerreros japoneses y sigue resonando como un símbolo de vigilancia y fortaleza. Como protectores de templos y patronos de la rectitud, los Shitennō encarnan un equilibrio entre poder y virtud, un ideal que ha influido profundamente en la filosofía guerrera de Japón y perdura en el espíritu de las artes marciales y prácticas espirituales modernas.